sábado, 29 de noviembre de 2008

Gummo (1997)


Decidí hacer la crítica sobre esta película porque es de las que más me han marcado hasta el momento.
Para haceros una idea: me dije a mí misma que podía buscar información en Internet, a ver cómo la despellejaban y esas cosas. En una web encontré una lista de tags que se le asignaban: creo recordar que me reí. La verdad es que al leerlo parece que es una película para terroristas o degenerados mentales.

Redneck, avant garde, fake rabbit ears o mental retardation son solo algunos de los adjetivos que le atribuyen. “Vaya – pensé -, si lo hubiera visto antes seguro que la hubiera visto primero.”
Sórdida y contenedor de todo lo políticamente incorrecto en lo que es el cine norteamericano por excelencia. Seguro que a muchos de vosotros no os gustaría ver una película así en el cine, pero creo que en muchas ocasiones está bien ver algo que desafía todas las leyes academicistas del cine establecido.

Catalogada incluso de anti-cine, el argumento se basa en la vida de dos jóvenes freaks, abusados y descuidados por sus padres y que se ganan la vida matando gatos y oliendo pegamento, en Xenia, Ohio, un pueblo que se niega a morir después de un desastroso ciclón, en el medio de la nada, en un estado campesino de los Estados Unidos. Una construcción en base a una destrucción. NO deja de ser una cinta rompedora, que trata temas sociales de una forma directa y muy cruda.

El hilo de unión de todos los personajes, que son presentados por separado, cada uno en su contexto, será un niño con orejas de conejo, que deambula por la ciudad, y que se hace dueño de unas escenas con una fotografía inmejorable para mi gusto. La película empieza y acaba con el niño conejo, y todos los personajes tienen conexión con él de alguna u otra forma. Puede significar mil y un cosas… ¿qué significa para ti?


Grabado en diferentes formatos, como super 8, vídeo o 16mm., busca que nos confundamos. Que nos preguntemos una y otra vez, que narices estamos viendo en la pantalla. ¿Es una película de verdad, un documental, un experimento raro por parte d eunos estudiantes que estudian la carrera, o es una broma? ¿Qué coherencia tiene esto? A lo largo de la película, los colores cambian, la calidad de imagen también, e incluso hay tomas que ni siquiera sabemos lo que es (puede que divises tornados, pero tampoco es muy seguro que estés en lo cierto). A menudo se utiliza la cámara al hombro, como en las películas dogma, por lo que podríamos decir que le falta el ilustre cartelillo del principio propio de las películas de Lars Von Trier. Incluso las actuaciones de los personajes entran en la gran interrogación que se te forma encima de la cabeza después de visionarla. ¿Están realmente actuando? Sin lugar a dudas, lo hacen muy bien… Parece que todo está ocurriendo de verdad, y que Harmony pasaba por allí, y lo filmó. (Por cierto, el director es ese colgado que habla a un enano negro en un sofá).


La música que suena a lo largo de todo el filme es básicamente black metal (¿puede que algo de grindcore? No entiendo mucho de los nombres de este tipo de música, lo siento.). No hay mucha presencia musical, pero de cuando en cuando, en alguna escena extraña, venga o no a cuento, suena su estridencia. He de decir que me gustó bastante que haya utilizado ese tipo de música, por lo visto está bastante obsesionado con ella, el artífice de la película…


Harmony Korine no es más que ese enfant terrible, responsable de los guiones de muchas películas del también polémico Larry Clark, director de cine y fotógrafo (recordemos Kids, Bully, Wassup rockers, e incluso la genial Al final de Edén, con James Woods a la cabeza).

La película apenas dura una hora y veinte minutos, y cuando termina, no te deja como estabas. Con más o menos intensidad, te ha afectado en alguna parte de tu organismo. Una de las personas visiblemente discapacitadas canta una canción con soniquete de niña pequeña, y sin rima alguna: “Si Jesús me ama, si Jesús me ama, eso dice la Biblia.” La pantalla se tinta en negro. Ni siquiera hay fundido. Se ha apagado la luz. Ella sigue cantando mientras aparecen los créditos. De repente, su voz desaparece al sonar una canción de black metal. INCREÍBLE.

Es mi primera crítica. No seais demasiado duros. Gracias.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Naturaleza Muerta (2006)

Ficha Técnica:

Título Original: Sanxia haoren
Dirección: Jia Zhangke
Guión: Jia Zhangke
Música: Lim Giong
Fotografía: Lik Wai Yu

Ficha Artística:

Zhao Tao
Han Sanming
Li Zhubin
Wang Hong Wei
Xiang Haiu


Naturaleza Muerta es la última película del director Chino Jia Zhangke, licenciado en la Academia de Cine de Pekín y máximo exponente de la última generación de cineastas chinos.

Es una obra descriptiva y pausada. Presenta un marcado contraste entre un mundo convulso y un paisaje que cambia deprisa, y unos personajes tranquilos, calmados, a los que no les importa esperar, meses, años.
Todo esto a través de imágenes muy fotográficas, unos encuadres perfectos y colores muy saturados.
Cuando la enfermera va a la fábrica dónde trabajaba su marido, se suceden una serie de planos fijos que muestran a través de impactantes imágenes los restos de un pasado tal vez añorado: el óxido, la decadencia, los escombros de una fábrica cerrada que ha dejado a muchos hombres sin trabajo.

La demolición de lo que antes fue característico de la región de Fengjie supone un factor visual importante en la película. Como espectadores, asistimos en directo al desplome de altas torres de cimientos. Dos veces a lo largo de la cinta, la torre de un paisaje que se encuentra detrás de la escena se derrumba ante la atónita mirada del espectador. Los personajes no se inmutan: tener que abandonar sus hogares sin previo aviso por recibir aquella temida pintada blanca que dice “Demolición Autorizada” se ha convertido en algo normal en la zona.
La historia se apoya en la construcción de la presa de las Tres Gargantas, que ha supuesto el desalojo de más de un millón de personas y la inundación de unos 600 Km. cuadrados de tierra; Jia Zhangke elabora una crítica sutil, casi imperceptible, porque se limita a mostrar, como lo hicieran los neorrealistas italianos, una situación a través de la perspectiva de unos personajes concretos. La individualidad como medio para mostrar un problema colectivo, una situación general.

Naturaleza Muerta es una historia de encuentros y desencuentros, pero también un pedacito de la historia de China, un país con medio pie aún en el pasado; incluso un documental sobre el abrupto paisaje de un país que no logra encontrar su identidad.

El título no es en vano; se podría decir que el paisaje es un personaje más de la historia. Un paisaje exuberante y maravilloso (el que vemos en el reverso de los billetes de 10 Yuan), que ahora se confunde con los escombros y la destrucción. Un paisaje donde reina el desorden, y cubierto de un calor agobiante que el director logra transmitir con imágenes.

Aparecen muchos personajes en Naturaleza Muerta: el Señor He, el niño que canta, el Hermano Ma...toda una suerte de personajes que configuran un retrato humano de la aldea de Fengjie; lugar de paso, de trabajo, y que desaparecerá inminentemente con el tercer nivel de la presa de las Tres Gargantas.

La película se compone de dos historias similares entrecruzadas. En la primera, un hombre vuelve al pueblo donde compró a su mujer hace dieciséis años, pero ella ya no está allí, así que decide esperarla.
La segunda historia está introducida de manera tal vez un poco abrupta. La mujer aparece más arreglada que el resto, más limpia. Parece que le ha ido bien, y pronto se irá a Shangai, lejos de gargantas y demoliciones. Lleva una camisa amarilla, y está constantemente bebiendo agua. Cuando por fin encuentra a su marido, no es sino para decirle un adiós definitivo.

Dentro quizá de la idea de bodegón, de naturaleza muerta, Jia Zhangke divide la historia en cuatro capítulos que componen el cuadro: cigarrillos, alcohol, té y caramelos.
Estos son, y no otros, los elementos que componen el bodegón de Zhangke, reflejo de una naturaleza inerte y de hierbas secas, o de lo que cada uno quiera ver en un bodegón sin frutas, sin flores y sin color. Que el último elemento sean los caramelos (de la marca “Conejo Blanco”) puede significar esperanza, un resquicio de dulzura para cerrar una historia triste, de desgracias y destrucción.
Una historia sencilla, narrada con absoluto realismo, y una fotografía y puesta en escena magníficas.

martes, 25 de noviembre de 2008

Presentación

¿Qué fue antes, la gallina o el huevo?

Este blog surge como complemento a la "futura" asociación La Soga, o viceversa.
El nombre, en honor al maestro Hitchcock, define en cierto modo nuestra idea de Buen Cine.

Realizaremos críticas o comentarios, desde el punto de vista de cinéfilos (y algunos de nosotros estudiantes de Comunicación Audiovisual), de las películas que, sin más, nos apetezca.

La primera crítica no será, como podría esperarse, de la película La Soga, porque esta ya fue comentada por una servidora en la sección de cine de Sima de Rol.

Bienvenidos, y gracias por colaborar con sus comentarios.